miércoles, 3 de junio de 2015

Carta para un joven poeta del  futuro.

Has escrito tu primer poema y te sientes
como el niño que descubre su primer amor entre las manos.
Sientes vergüenza y algo de culpa pero la felicidad
es un cansancio en el interior del pecho o en ese
lugar que llamaremos alma, sólo por ponerle un nombre.

No sabes qué hacer, qué escribir después de ese,
tu primer poema. Me gustaría ayudarte, me gustaría
tener una palabra que explicase por lo menos en parte
lo que significa o hacia dónde seguirán tus próximas huellas.
Pero mírame, he pasado noches enteras escribiendo,
he descansado cuando no he tenido sino voces
que intentaban traducir a través de mí su idioma extraterrestre.

Y sin embargo no he aprendido nada,
me limité, al igual que tú, a sentir vergüenza y algo de culpa
pero la felicidad, para mí también fue un cansancio en el interior del pecho
o en ese lugar que prefiero no darle nombre ni presencias.

Y al final de estos días sólo podría recordarte una cosa
has escrito tu primer poema y has entrado en la pelea
y si bien somos ciegos dando golpes en la oscuridad
debemos seguir luchando. Aunque te digan
que no hay nadie en este lugar y te convenzan
que has perdido la batalla, escribe.
Escribe, nosotros debemos seguir luchando.

No hay comentarios:

Publicar un comentario